Obesidad

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PREGUNTAS CON RESPUESTA

¿Pueden tomarse productos para diabéticos con fructosa?

La fructosa, al igual que la sacarosa o azúcar común, aporta calorías. Además, en general, los productos que contienen fructosa suelen tener mayor cantidad de grasa que sus equivalentes normales (galletas, turrón, etc.) Es mejor no incluirlos en dietas de adelgazamiento.

¿Se ha de tomar siempre la leche desnatada?

No. Hay que observar cada caso de forma individual, ya que el exceso de energía puede provenir fundamentalmente de la ingesta de otros alimentos muy calóricos, en cuyo caso (y tras la supresión o reducción de su consumo) se podrá seguir tomando la leche entera.

¿Es un buen método para adelgazar la práctica de saltarse la cena?

No, incluso resulta contraproducente. Lo adecuado es no saltarse comidas. De hecho, personas que sólo hacen dos comidas diarias tienden a engordar más fácilmente que otras que distribuyen su alimentación a lo largo del día en cinco o más tomas; es más una cuestión metabólica que otra cosa.

DEBATE, HABLAN LOS CIENTÍFICOS

Actualmente está cada vez más extendida la idea de que la genética tiene una gran influencia en la aparición de ciertos tipos de obesidad, en especial en los casos de obesidad extrema o mórbida. También puede estar involucrada en la distribución corporal del tejido graso. Son muchos los estudios realizados en los últimos 15 años y la evidencia de la relación entre la genética y la obesidad, está fundamentada en diversos hallazgos: alteraciones nerviosas que tienen que ver con los centros de control del apetito (experimentación con animales de laboratorio), alteraciones en el sistema adrenérgico que juegan un papel importante en la regulación de la liberación de la energía (el sistema adrenérgico estimula la movilización de grasas y la liberación de la energía en forma de calor), déficit de leptina o resistencia a la leptina condicionado genéticamente (la leptina que se segrega en el tejido graso, inhibe la ingesta de alimentos y regula la liberación de energía), síndromes genéticos (obesidad de Prader-Willi o de Bardet-Bield).

De todos modos, este es un campo en el que la investigación no ha hecho más que comenzar y, en cualquier caso, el tratamiento dietético y la práctica regular de ejercicio físico siguen siendo los pilares fundamentales en el tratamiento de la mayor parte de las obesidades.

¿CÓMO COCINAR Y CONDIMENTAR?

Elegir las técnicas culinarias que menos grasa aportan a los alimentos: al agua -cocido o hervido, vapor, escalfado-, rehogado, plancha, horno y papillote.

Utilizar sólo moderadamente los fritos, rebozados, empanados, guisos y estofados (desgrasar en frío mejora tanto su conservación con la calidad nutricional).

Para que la comida resulte más apetitosa se pueden emplear diversos condimentos:

  • Ácidos: Vinagre y limón.
  • Aliáceos: Ajo, cebolla, cebolleta, cebollino, chalota, puerro, según tolerancia.
  • Hierbas aromáticas: Albahaca, hinojo, comino, estragón, laurel, tomillo, orégano, perejil, mejorana.
  • Evitar las especias fuertes: Pimienta (negra, blanca, cayena y verde), pimentón, guindilla.

El vinagre y el aceite (oliva y semillas) pueden ser macerados con hierbas aromáticas.

En la elaboración de salsas, los vinos u otras bebidas alcohólicas como ingrediente flambeados pueden hacer más sabrosas diversas recetas.

Para endulzar postres pueden emplearse edulcorantes no calóricos y canela y/o vainilla.

ADEMÁS... (no todo es comer)

Evitar el sedentarismo y realizar ejercicio físico, ya que contribuye a un mejor control de ciertas enfermedades como la diabetes, mejora la circulación, junto con dieta hipocalórica contribuye a la pérdida de peso, aumenta el llamado buen colesterol -HDLc- y reduce los triglicéridos, refuerza la musculatura (evita la flacidez) y contribuye al bienestar, ya que alivia el estrés y la tensión.

Características del ejercicio: Regular si es posible a diario, un paseo de una hora ya es metabólicamente beneficioso, adaptar a los gustos del individuo, independiente del tiempo-clima y de estar solo, adaptado a la edad y posibilidades de la persona. Tomar precauciones en caso de enfermedad cardiovascular y pérdida de sensibilidad nerviosa por el riesgo de lesiones.

Qué hacer para aumentar el gasto calórico: La actividad física que se realiza en la vida cotidiana, no es suficiente para poner y mantener nuestro cuerpo en forma. Pensar en el ejercicio que se practica habitualmente y tratar de aumentarlo. Intentar caminar al menos 30 minutos al día o más: cuando se va de compras, cuando se vaya o venga de trabajar, bajarse una parada antes del autobús o tren, cuando se visita a un amigo o familiar que viva cerca olvidarse del coche, subir las escaleras en lugar de utilizar el ascensor, si se tiene una bicicleta estática, usarla mientras se ve la televisión, buscar actividades para hacer con los amigos o la familia (caminar, ir en bici, nadar). Si además se sigue una tabla diaria de 5 a 10 minutos de ejercicios en casa, mejor.