Obesidad
La respuesta Médica
La Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad señala que es una enfermedad en la que se encuentran implicados múltiples factores y muchos de estos todavía no son del todo conocidos. Admiten los endocrinos que en algunos casos de obesidad no pueden responder por qué una persona puede llegar a obesa. Sí reconocen que hay tres factores básicos implicados en el origen de la obesidad: el genético, el ambiental y el sedentarismo, y otros menos importantes como los producidos por medicamentos o por enfermedades. Todavía, de todos modos, restan muchos interrogantes por resolver.
No hay un tratamiento único para la obesidad, lo que refleja la dificultad que entraña la resolución del problema. Se sabe que no todas las personas responden de igual forma a un tratamiento y que cada individuo puede responder de forma distinta a un mismo tratamiento realizado en diferentes momentos de su vida. Cualquier actuación terapéutica tiene que ser multidisciplinaria. El objetivo que se persigue es mejorar la salud del paciente reduciendo los riesgos secundarios. En ocasiones, el objetivo será corregir las alteraciones metabólicas, aunque la reducción de peso no sea moderada y oscile entre un 5 y un 10%.
Los posibles tratamientos pueden resumirse así: dietas hipocalóricas (que representen el eje central del tratamiento); ejercicio físico (con el objetivo doble de mantener el tono muscular y aumentar el gasto energético); la psicoterapia (el soporte psicológico es básico en el tratamiento de la obesidad) y los fármacos (dos grandes grupos: los que actúan sobre el sistema nervioso central disminuyendo la sensación de hambre y aumentando el metabolismo basal y los que actúan mediante un ligero efecto saciante, pero que no pueden considerarse como un tratamiento de la obesidad).
No debe olvidarse que el tratamiento farmacológico es una ayuda y que su uso racional puede ser de gran valor. Por último, la cirugía bariátrica está indicada sólo para obesidades importantes: IMC mayor a 40 kilogramos por metro cuadrado. Por último, los médicos subrayan que hay que desconfiar de los tratamientos que prometen grandes resultados sin esfuerzo o sin dieta; conviene alejarse de las dietas que prometen rápidas pérdidas de peso, ya que la mayoría de éstas lo hacen a costa del agua corporal y de la masa muscular, y no de la grasa como en realidad debería ser.