Obesidad
Recomendaciones dietéticas
Individualizada en cuanto a la restricción energética (depende de la persona).
Fraccionada en 5 o 6 tomas al día (evitar picar entre horas, ya que no se da tiempo al estómago a que tenga sensación de vacío entre toma y toma).
Rica en fibra (verduras, legumbres, cereales integrales y fruta en las cantidades adecuadas a cada caso), mejora la sensación de saciedad y previene el estreñimiento.
Pobre en grasas saturadas y colesterol (evitar o reducir el consumo de lácteos completos y los muy grasos, carnes grasas y sus derivados, charcutería y vísceras...). Escoger lácteos con poca grasa, las carnes más magras (pollo y pavo sin piel, conejo, caña de lomo, ternera magra, solomillo de cerdo o ternera, caballo...), jamón serrano sin el tocino, fiambre de pollo y pavo y jamón york especial (3/conoce-algo-mas% de grasas), desgrasar caldos de carne y aves en frío, sustituir la carne o los huevos por pescado al menos cuatro veces por semana.
Controlada en cantidades de alimentos que contienen hidratos de carbono simples (azúcar, miel, mermelada, zumo y fruta, bebidas azucaradas, golosinas, chocolate y derivados) y complejos (cereales, patatas, legumbres).
Se recomienda sustituir el azúcar o elaborar recetas caseras con edulcorantes no nutritivos tales como la sacarina, el ciclamato, el aspartame y el sorbitol, ya que no aportan calorías, lo que es beneficioso para quienes tienen obesidad.
Eliminación o limitación de fuentes calóricas concentradas, alimentos que aportan calorías, pero con un contenido en nutrientes insignificante (bebidas azucaradas, bebidas alcohólicas, chips, snacks, etc.).