Acido úrico y gota
La respuesta Dietética
El tratamiento de la hiperuricemia comprende la dieta y agentes reductores del ácido úrico. Actualmente la dieta no tiene el papel fundamental que ha tenido en épocas anteriores en el tratamiento de la hiperuricemia ya que los agentes farmacológicos son muy eficaces y, además, es necesario seguir una dieta muy pobre en purinas para conseguir descensos moderados de los niveles de ácido úrico. Una dieta con restricción estricta en purinas puede descender el nivel de ácido úrico entre 0,6 y 1,8 miligramos por decilitro de sangre. Sin embargo, el consejo dietético sigue siendo importante para el control completo del paciente con hiperuricemia.
Adecuar la ingesta calórica para conseguir el normopeso de forma progresiva y no brusca (el ataque de gota puede ser provocado por una comida muy copiosa o, paradójicamente por una cura de ayuno).
Reducir las purinas de la dieta para ayudar a que descienda el valor de ácido úrico en sangre. Se debe disminuir el consumo de alimentos ricos en purinas (vísceras, carnes, pescados azules, marisco...). Las legumbres tienen un contenido moderado en purinas (consumir tan sólo una vez por semana).
Reducir o suprimir las bebidas alcohólicas ya que pueden dar lugar a una crisis aguda de gota (incrementa la producción de ácido úrico).
No excederse en el consumo de grasas, ya que la excreción de suratos por la orina tiende a reducirse y puede favorecer la formación de cálculos en el riñón.
Aumentar el consumo de hidratos de carbono complejos frente a los sencillos y las grasas. Una dieta rica en cereales, féculas y verduras pobre en purinas, estimula la excreción de uratos.
Beber dos litros y medio de líquidos al día: alimentos y bebidas (agua, infusiones, zumos, gelatina). Elegir alguna bicarbonatada para alcalinizar la orina, sobre todo si se toman fármacos uricosúricos (que tienden a aumentar la eliminación de ácido por úrico por la orina). Puede administrarse también bicarbonato o citrato.