Cálculos en la vesícula biliar

La respuesta médica

Según admiten los especialistas en patologías digestivas, las causas de los cálculos biliares son todavía desconocidas, aunque la alteración de la bilis, un fallo en el correcto vaciado de la vesícula biliar o una infección pueden ser considerados detonantes. Esta patología se presenta en adultos de ambos sexos, pero es más común en las mujeres y puede afectar también a los adolescentes. Uno de sus problemas es que aproximadamente en el 40% de los casos no se producen síntomas. Cuando existen, los más característicos son los cólicos (dolores que viene y van) en la parte superior derecha del abdomen o entre los omóplatos; intolerancia a los alimentos grasos (indigestión, dolores, hinchazón y eructos); náuseas y vómitos; flatulencia e inflamación del abdomen; ictericia (coloración amarillenta de las mucosas y piel; donde primero se observa es en la conjuntiva o blanco de los ojos, que se vuelve amarillenta); coloración blanquecina o francamente blanca de las heces; éstas también presentan un aspecto untuoso o graso; y por último, presentar una coloración oscura de la orina.

Cuando se presentan los síntomas de manera manifiesta se deberá acudir al especialista. Este realizará un diagnóstico mediante ecografía en la mayoría de los casos (cuando la piedra no ha bajado mucho y está situada cerca del duodeno, se aprecia la dilatación de los conductos de la bilis).

Otras pruebas de diagnóstico incluirán análisis de laboratorio, en los que se aprecian una serie de alteraciones enzimáticas, colecistografía o estudio de la vesícula biliar mediante Rayos X, e incluso la realización de un T.A.C. o endoscopia en los casos más dudosos (el diagnóstico diferencial incluye los tumores de la cabeza del páncreas, de pobre pronóstico, por lo que hay que descartarlos con todos los medios necesarios si existe la posibilidad de confusión).

Las fases del tratamiento variarán dependiendo de la gravedad de los síntomas. En aquellos cálculos que no se sufren en exceso pueden ser tratados mediante controles ecográficos periódicos. Hay que tener presente que existe una posibilidad, aunque no muy grande, de que se desarrolle un cáncer en la vesícula crónicamente irritada por los cálculos. Ante la menor sospecha, lo más aconsejable, a criterio de su médico, es la extirpación de la vesícula.

Si usted sabe que tiene cálculos biliares y nota un dolor en la parte superior derecha del abdomen, aplique calor en la zona afectada, incluso introduciéndose en la bañera con el agua lo más caliente posible. En caso de que el dolor no ceda o empeore de continuo durante más de 3 horas, busque ayuda médica.

La hospitalización puede ser necesaria para aquellos pacientes cuyo dolor persista durante más de 6 horas. La cirugía para eliminar la vesícula y los cálculos en el conducto biliar puede ser necesaria para quienes padezcan síntomas graves. El procedimiento escogido en la mayoría de las ocasiones es la colecistectomía laparoscópica.

El tratamiento de ruptura mediante ondas de choque (litotricia) de las piedras puede ser aconsejable en determinados casos.

Por último, en caso de molestias leves, utilice medicación sin prescripción como paracetamol; en caso de dolores más importantes, deberá recurrir a su médico, quien le recetará o administrará analgésicos más potentes. Los opiáceos, incluyendo la codeína, están contraindicados.

El tratamiento mediante medicación oral para intentar disolver los cálculos se utiliza con determinados tipos de cálculos y puede durar hasta dos años.

La vida puede ser totalmente normal, siempre respetando una dieta equilibrada, pero no existen restricciones, excepto guardar reposo durante los ataques.