Parkinson

La respuesta dietética

Parkinson

La dieta en la enfermedad de Parkinson debe tener presente el tratamiento al que se someten los pacientes con el fármaco L-dopa o levodopa, la tendencia de estas personas a padecer estreñimiento y las posibles dificultades que pueden presentarse para llevar a cabo los actos manuales necesarios para la alimentación y a veces también para comer y deglutir.

Se sabe que alimentos ricos en proteínas (lácteos, carnes, pescados, huevos y derivados de estos alimentos, cereales, legumbres y frutos secos), en casos específicos en los que el fármaco no cumple con la función esperada, puede ser beneficioso agruparlos en la cena, ya que de esta forma mejora la calidad de vida del enfermo durante el día.

En cuanto al estreñimiento, lo más adecuado es asegurar una ingesta abundante de líquidos y de alimentos ricos en fibra (verduras, frutas frescas y secas, legumbres y cereales integrales) o bien incluir suplementos de fibra (salvado de avena, semillas de lino...) que aumentan el bolo fecal y favorecen los movimientos intestinales.

En aquellos casos de dificultad severa en la deglución de sólidos y/o líquidos, será necesario recurrir a la nutrición artificial, siempre bajo supervisión del médico y de un especialista en Nutrición.